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Abad Kibwila Alphonse Marie de la Croix |
El domingo, 4 de noviembre, solemnidad de Todos los
Santos, se celebró en Kinshasa el XII Congreso de los Cenáculos de Oración
Misionera (CPM) en la gran sala de Guanelliens de la capital del Congo. Como
cada año desde el año 2000, los miembros de los 28 CPM de la archidiócesis de
Kinshasa y de los CPM de la diócesis de Kisantu, se encontraron para llevar a
cabo una jornada de formación, oración en común y de fiesta. El día comenzó con
la exposición de padre Godé Mavunga, SVD, sobre el Día Mundial de la Misión:
"Los Cenáculos de Oración Misionera deben hacer resplandecer la palabra de
la verdad". A la luz del mensaje que el Papa dio para esta jornada
misionera, el padre Godé recordó que la tarea inmensa de la evangelización iba
dirigida a todos los bautizados y no sólo a algunos "especialistas"
de la misión.
Después se presentaron cuatro testimonios misioneros. El
misionero comboniano Stéphane Kamanga, que pronto partirá para la misión en
Guatemala (América central), manifestó su convicción de que la llamada
misionera es una gracia del Señor, a la cual hay que responder libremente, en
una dinámica de dar y de recibir. Maman Adèle Likambo, laico misionero
comboniano, presentó la experiencia de su cenáculo de San Agustín en sus
visitas regulares que realiza a orfanatos y a centros para los niños de la
calle. Estas visitas tienen como objetivo el de practicar la caridad hacia los
más desfavorecidos. Dos jóvenes postulantes combonianos, Natalie y Elisabeth,
que pronto se irán a Uganda para iniciar su noviciado, presentaron también su
testimonio vocacional.
La celebración eucarística fue presidida por el abad
Kibwila Alphonse Marie de la Croix, director de las Obras Misionales
Pontificias de la archidiócesis de Kinshasa. En su homilía, insistió en que el
verdadero misionero es el que "da su corazón al Señor", hasta el
sacrificio, para que el nombre de Jesús sea conocido en todas partes y por
todos.
Los Cenáculos de Oración Misionera fueron fundados por él
padre Claudino Ferreira, misionero comboniano, en 1987. Son
comunidades-fraternidades de cristianos comprometidos para crear una conciencia
abierta a la misión universal de la Iglesia. Su principal actividad consiste en
ayudar en las actividades de las Obras Misionales Pontificias en sus
respectivas parroquias