
Mons. François-Xavier Maroy, arzobispo de Bukavu, República
Democrática del Congo, recordaba que la Iglesia siempre ha sido “una referencia
para el pueblo, ha tenido un papel de ‘catalizador de esperanza’”. A su paso
por París la semana pasada, el arzobispo agradecía a la Iglesia en Francia,
Holanda, España, Italia, Bélgica y Alemania, por lo que ya han hecho y por su
Apoyo moral y espiritual, y, en referencia a la situación dramática que está
viviendo el este del Congo, les pedía que hicieran presión sobre los gobiernos
para que se identificara a los responsables de la misma. Sólo en 2012, más de
medio millón de personas abandonaron sus hogares por el recrudecimiento de la
situación de violencia en el este del Congo.