2.500 sacerdotes y 6.000 religiosas indios realizan su
labor evangelizadora fuera de la India, según cifras de la agencia católica
AsiaNews. La Iglesia de la India es uno de los mejores ejemplos de una Iglesia
joven que se convierte en Iglesia misionera. A pesar de la persecución que
sufre la Iglesia en la India, esto no ha frenado el compromiso de los
sacerdotes y religiosas indias en el extranjero, hombres y mujeres que trabajan
en Oriente Medio, Asia, Oceanía y sobre todo África.
Asia News ha entrevistado al padre Palli Sleevaiah, un
sacerdote indio que trabaja en una parroquia en la periferia más dura de la
capital de Camerún, Yaundé. Sleeva, como es conocido en Yaundé, se sintió en
casa desde el primer momento de su llegada en el 2009: “La gente es muy
acogedora; el africano es muy abierto”. La diferencia que ha encontrado entre
Camerún y la India reside en que la sociedad india “es más estable política y
económicamente, hay mayor seguridad para todos. Además en la India tenemos un
fuerte sentido de familia y desde hace unos veinte años ha habido un fuerte
crecimiento económico y ha aumentado el bienestar”. El sacerdote reconoce que
en la India “todavía hay muchas injusticias graves, pero el bienestar se
difunde”. Según el padre Sleeva, África no ha tenido el tiempo necesario para
pasar de una época colonial al mundo moderno: “el mundo moderno ha sido un
terremoto y un tsunami que ha dado la vuelta a todo, desde la familia a la
sociedad, de la economía a la política y a la religión”. Aún así lo más hermoso
que ha visto en África es que los jóvenes son fuertes y valientes. “Tienen
muchísimas dificultades, pero nunca se desaniman, se recuperan fácilmente, no
son pesimistas, se empeñan en el trabajo, en el colegio, en la sociedad”, por
eso, añade “que el cristianismo, que es la religión de la esperanza, se adapta
tanto a los africanos… Agradezco al Señor ser misionero en África”