50 diáconos ruandeses saben ya las fechas de su
ordenación sacerdotal. Los primeros se ordenarán el próximo 13 de julio; los
últimos el 28 de agosto. Es la “cosecha abundante” – así la han calificado
desde la Conferencia Episcopal Ruandesa – del Seminario Mayor San Carlos
Borromeo de Nyakibanda. Es un seminario que acoge a jóvenes de toda Ruanda y
que está bajo la supervisión de la misma Conferencia Episcopal y de la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos de la Santa Sede, de quien dependen las
Obras Misionales Pontificias.
Nada menos que 200 jóvenes se preparan para el sacerdocio
en este gran seminario que se encuentra a una decena de kilómetros de Butare y
que, con sus huertas y campos cultivados - hay que proveer a la mesa de los
seminaristas – le parece al visitante una granja con capilla. Los 50 diáconos
provienen de las diócesis de Kigali, Kabgayi, Butare, Cyangugu, Nyundo,
Ruhengeri, Byumba y Kibungo, casi todas las del país. Y los nombres de los
futuros sacerdotes parecen un santoral: Francisco Javier, Pedro Claver, Juan
Bosco… todo un programa de vida.
La Obra de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras
Misionales Pontificias, ha acompañado a este seminario desde 1936. Fiel a su
misión de apoyar a las vocaciones en países de misión, la Obra de San Pedro
Apóstol ha enviado a este seminario todos los años los frutos de la generosidad
de tantos católicos por el mundo que consideran que no hay mejor “inversión espiritual”
que una vocación. Este curso se enviaron 140.315 dólares, el año pasado fueron
120.100 y se ayudó también con 23.000 dólares en la ampliación de uno de los
edificios del seminario. Estas sumas permiten mantener a los seminaristas,
puesto que tanto sus familias como las diócesis de que proceden carecen de los
medios necesarios para atender sus necesidades… y sus vocaciones son muy
valiosas, son el futuro de la Iglesia ruandesa