Adolfo Martín Rodríguez es un misionero laico de
Carabanchel, Madrid, de 38 años, que ha emprendido este verano su primer viaje
como misionero. Adolfo ha llegado ya a su destino: Etiopía, una zona que
describen como la más calurosa del mundo y, también, por lo mismo, una de las
más desérticas. Va a colaborar, precisamente, en la ayuda a mejorar esta
carencia de agua, perforando y construyendo pozos de agua.
Desde ese lugar cuenta que está adaptándose a este país
tan diferente. Ha estado la primera semana en Addis Abeba comprando materiales,
ya que al parecer van a construir un nuevo hospital en Asaeta, Afer, donde él
se encuentra. “Es uno de los lugares de Etiopía donde hay más miseria”, dice
Adolfo.
También habla de sus visitas a las hermanas de la
Caridad, cuya labor es impresionante cuidando a los enfermos de sida y
enfermedades que, según cuenta Adolfo, nunca ha visto en su vida. “Es
impactante, sólo con la ayuda de Jesucristo puede una persona hacer tal labor.
La religión se vive de distinta manera, la mayoría son musulmanes y ortodoxos”.
Según la Delegación de Misiones de Getafe que está en
contacto con Adolfo, se encuentra bien de salud, con mucha fuerza, a pesar de
la dureza del país. “Adolfo nos ha prometido seguir mandándonos correos en los
que podamos tener idea de su labor y de sus primeros días como misionero”.
Adolfo Martín vivía desde hace años en la localidad
madrileña de Moraleja de En medio y, a través de su Parroquia, San Millán,
conoció a su párroco, Jesús Mª Parra Montes, el mentor de esta “aventura” quien
le habló de su colaboración con las Hermanas de la Caridad. Ellas tienen a su
cargo 14 casas atendiendo a enfermos mentales, terminales de sida, etc. Allí
llevan muchos años trabajando para mejorar en una mínima parte sus necesidades.
Por el momento, Adolfo ha dejado su trabajo y estará durante tres meses en esta
zona del Cuerno de África






















































