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23 de septiembre de 2013

Una vida dedicada a la misión: fallece la misionera María Paz González


La misionera teresiana María Paz González Moro ha fallecido en Ávila, ciudad en la que vivía, en la residencia que la Compañía de Santa Teresa posee en esta ciudad, desde que en el 2010 regresó a España por motivos de salud. Como ella misma decía: “me pusieron en una camilla y me metieron en un avión rumbo a España. De no ser así, nunca hubiera abandonada aquella tierra”.
María Paz González Moro, alumna de las Teresianas de Ciudad Rodrigo, de dónde eran oriunda, en 1950 entró en el noviciado de la Compañía de Santa Teresa, en Tortosa, y estudió en Barcelona. Su vida fue siempre una constante dedicación a la docencia, en diversos destinos, y finalmente en Zaragoza como Catedrática de Matemáticas en el Instituto Goya.
A los 65 años, cuando se jubiló, pidió a la Madre General que la enviara a Misiones, al continente africano. Desde siempre había estado viva en ella la inquietud misionera. Por aquel entonces, en África, las Teresianas sólo tenían misión en Angola. La General le dijo que tras la guerra, el país aún estaba mal, y por tanto, decidió enviarla a Venezuela, concretamente a Ciudad Bolívar, a la Escuela de Fe y Alegría. Allí llegó en 1994.
La Escuela de Fe y Alegría era regentada por las Teresianas. Allí se dedicó a la docencia. Luego se marchó a Guacara. Allí hizo de todo. Más tarde fue destinada a San Fernando de Apure, a un centro que daba formación profesional a jóvenes que habían dejado los estudios. Impartían los cursos de Valores por todo el Estado de Apure, al Sur de Venezuela, cuando se suprimió la asignatura de Religión en las escuelas. Las condiciones en que trabajaban eran inhumanas, de una pobreza extrema. Aún así, María no quería volver, pero tampoco quería ser una carga para quienes la rodeaban...