El pasado 5 de octubre, en la parroquia de Santa Ana de
Villanueva de las Torres, Granada, se dio cita un numeroso grupo de fieles de
esta parroquia y de otras vecinas de Alicún de Ortega y de Dehesas de Guadix,
para recibir al misionero Patricio Larrosa Martos, que fue párroco de estos
pueblos desde 1985 a 1991.
En un ambiente festivo, cargado de alegría y emoción, se
celebró la Eucaristía. El padre Patricio, en la homilía, recordó cómo la
entrega generosa de sus fieles en aquellos años, en las campañas contra el
hambre, le llevó a decidirse definitivamente a dar el paso para irse a
misiones. “Veía cómo la gente trabajaba por quitar el hambre del mundo y yo no
hacía nada”, dijo; “algo tenía que hacer”. Después de hacer los cursillos
preparatorios en Madrid, se marchó a Honduras, donde la diócesis de Guadix
abrió una misión. Honduras era el país de lengua hispana más pobre en aquel
entonces, después de Haití, de lengua francesa. Les dijo también que “la fe es
capaz de superar los obstáculos que postran al hombre en la miseria y la
pobreza”.
Después de la misa, en el Salón Gerión, cedido por el
Ayuntamiento de Villanueva, Patricio Larrosa explicó, apoyado por fotos y
vídeos, todo el trabajo que está desarrollando en Tegucigalpa en lugares de una
profunda e intensa pobreza. Se ha creado una serie de centros escolares y
comedores donde se da de comer a unos tres mil niños cada día; también se les
brinda la oportunidad de estudiar y abrir así su vida al campo laboral y a la
promoción humana. Toda una labor de ayuda y de evangelización.
“Su presencia en la tarde del sábado ha sido una
bendición para la parroquia. El testimonio de este hombre de Dios, que vive
atendiendo a los más pobres de un país pobre, ha servido para tomar conciencia de
nuestra situación privilegiada, con tantos medios y tantas oportunidades. Esto
nos debería llevar primero a dar gracias por tantos bienes como disfrutamos y a
despreocuparnos de nuestras situaciones, a menudo irrisorias frente a las que
nos presentaba en las fotos y los vídeos; y en segundo lugar, a decidirnos a
prestar nuestra ayuda por tantos canales como los medios actuales de
comunicación nos ofrecen. Son muchos los puntos desde los cuales, en la
diócesis y en otros lugares de España, se está ayudando a este proyecto.
Colaborar en él es poco más que cuestión de intención”, manifestaban desde la
parroquia de Santa Ana de Villanueva de las Torres al finalizar el encuentro.