
Mientras se avanza en la construcción del nuevo convento
y centro de retiro construido por el obispo local, los tres misioneros
carmelitas han establecido su primer hogar en una estructura ya existente,
construida para servir como un pequeño hospital para la gente de los pueblos
vecinos.
Desde un primer momento se ha podido dar la bienvenida a
los primeros huéspedes que desean vivir un momento de retiro y oración, junto
con la comunidad carmelita. En la actualidad lo misioneros carmelitas están
estudiando albanés para poder atender espiritualmente a todos aquellos que ya
se acercan a esta nueva comunidad teresiana