Mons. Jean-Yves Riocreux, obispo de Basse-Terre, en la
isla caribeña de Guadalupe, ha escrito una semblanza de un misionero de nuestro
tiempo, una de esas personas que recuerdan a la Madre Teresa y a tantos
gigantes de la fe que ha tenido y tiene la Iglesia. Se trata del padre Richard
Ho Lung, fundador de los Misioneros de los Pobres en Kingston, Jamaica. Con el
título “En Jamaica, un apóstol de la caridad, fundador de los Misioneros de los
Pobres”, Mons. Jean-Yves escribe: “Durante la Misa de apertura de la Asamblea
de los obispos de las Antillas, al frente de la Catedral, hay un clérigo humilde
con su sotana blanca y cinturón azul, padre Richard Ho Lung, rodeado de algunos
hermanos. De origen chino – de padres budistas que se establecieron en
Jamaica-, Richard nació en 1939 en Richmond Sainte Marie. Se formó de la mano
de una monja estadounidense en una escuela católica. Allí, descubrió a San
Francisco de Asís, en el Cántico de las Criaturas. En 1948, con el
consentimiento de sus padres, Richard se bautizaba al mismo tiempo que su
hermana Rebecca. Poco después, su madre y su padre también recibirían el
bautismo.
En el colegio de los jesuitas en Kingston conoció a la
Compañía de Jesús. Entonces decidió ser jesuita. A la edad de 20 años, comenzó
su larga formación en Estados Unidos y en Roma, aprendió lenguas y se doctoró
en Teología. Ordenado sacerdote en 1971 en la Catedral de Kingston, Jamaica,
como joven jesuita, se ocupa de los jóvenes y... canta. A los 34 años hace de
sacerdote y, a la vez, da conciertos en Canadá y Estados Unidos. Pero sigue
dándole vueltas a la cabeza, preocupado por la gente joven en Kingston y la
violencia en su país.
También, como San Francisco de Asís en el siglo XIII y la
madre Teresa, reúne a un grupo de jóvenes que quieren vivir, al igual que él,
en medio de los pobres. Y la familia creció con juventud de la India, después
con los de Filipinas, Haití e Indonesia. Eligieron un nombre: ‘Los misioneros
de los pobres’. Las varias decenas se convierten en cientos. Actualmente son
casi 500 en varios continentes.
El padre Richard está en todos los frentes de la pobreza.
Con las víctimas de un terrible incendio en mayo de 1980 con decenas de
muertos, o con las del violento ciclón Gilbert del 12 de septiembre de 1988 con
cientos de muertes.
Los diferentes encuentros influyeron mucho en él: la
madre Teresa durante su visita a Jamaica en 1986, Juan Pablo II, a su regreso
de la JMJ de Denver en 1993. Reconocido unánimemente en Jamaica, habiendo
recibido numerosos premios y galardones, el padre Richard Ho Lung es un símbolo
de estos ‘gigantes de la caridad’ que el Espíritu Santo suscita a lo largo de
los siglos: San Vicente de Paúl y Santa Juana Jugan en Francia y muchos
otros...
Estremecedor encuentro con el apóstol de la caridad,
‘misionero de los pobres’ en el siglo XXI, aquí en nuestra región y en el
mundo”