El jueves pasado falleció en Cáceres, Don José
Reveriego Pedrazo, quien desde el 24 de septiembre de 1956 hasta el 1 de
septiembre de 1989 estuvo a cargo de la
Delegación de misiones en la Diócesis de Coria-Cáceres.
Con verdadera pasión se entregó a la animación
misionera, desplegando una amplia y permanente actividad en colegios y
parroquias.
Sacerdote humilde, cercano y entrañable, regentó
también la parroquia de San Blas en Cáceres. Tenía 87 años.
En su funeral, el obispo monseñor Cerro, definió a
Don José como un “hombre de Dios, bueno y expropiado”.
Su bondad y sencillez, así como su amor a la Iglesia
universal, son inmejorables cartas de presentación ante la misericordia del
Padre.
Descanse en paz nuestro querido y admirado
Don José, amigo de los misioneros y de los
pobres.