El Premio de la Paz 2014 de Pax Christi Internacional, ha
sido concedido al Servicio Jesuita a Refugiados en Siria por su compromiso en
la ayuda de emergencia a los sirios desde que comenzó el conflicto en 2011. La
entrega de este galardón tendrá lugar el 8 de junio en Sarajevo, Bosnia y
Herzegovina, en el marco de la Jornada Internacional de la Paz.
Creado en 1988, este Premio rinde homenaje a personas y
organizaciones que están trabajando en la actualidad por la paz, la justicia y
la no violencia en diferentes partes del mundo.
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) es una
organización católica internacional cuya misión es acompañar, servir y defender
los derechos de los refugiados y otras personas desplazadas por la fuerza. El
JRS cuenta con programas en más de 50 países y ofrece asistencia a refugiados
en campamentos y ciudades, a desplazados dentro de sus propios países, a
solicitantes de asilo en las ciudades y a aquellos que se encuentran recluidos
en centros de detención.
En Oriente Medio y África del Norte, el JRS comenzó su
trabajo en 2008 en respuesta a la enorme cantidad de refugiados iraquíes que
huían del conflicto en su país. Con el estallido de la violencia en Siria en
2011 y hasta hoy, el JRS en Siria se centra ahora, principalmente, en la ayuda
de emergencia a los más necesitados, el apoyo médico y las actividades
educativas para mejorar la reconciliación y la convivencia entre personas de
diferentes contextos socioeconómicos o confesionales.
En la actualidad, la ayuda de emergencia del JRS consiste
en apoyo alimentario, distribución de kits de higiene y artículos no
alimentarios - como mantas y ropa -, asistencia médica básica, gestión de
albergues y ayudas para el pago del alquiler. Una parte esencial de la misión
del JRS en Siria es el apoyo educativo y psicosocial que se ofrece a 9.800
niñas, niños y mujeres. Entre otros servicios están la derivación a servicios
legales y médicos, visitas familiares, y pequeños proyectos de subsistencia. En
total, el JRS ayuda a más de 300.000 personas en Damasco, Homs, Alepo y zonas
costeras de Siria.
El JRS en Siria ayuda a la sociedad civil a resistir a la
lógica de la guerra y a sobrevivir a la violencia que amenaza con asolar y
destruir sus comunidades. Quizás el reto más evidente al que se enfrenta el
JRS, como organización confesional, es que la religión juega un papel
importante en Oriente Medio, que a menudo se utiliza como una marca distintiva
que se explota para azuzar conflictos. Los equipos del JRS están compuestos por
personas de diferentes religiones, personal nacional y voluntarios internacionales,
que sirven a todos y todas sin distinción. El JRS trabaja para servir a todos
los grupos marginados, independientemente de su credo. Así, el diálogo
interreligioso sigue siendo algo esencial en las actividades diarias del JRS