El Papa Francisco aprobó el pasado día 9 la publicación
del decreto que reconoce las “virtudes heroicas” de Mons. António Ferreira
Viçoso, obispo portugués nacido en 1787 y que estuvo al frente de la diócesis
brasileña de Mariana. Esta es una fase del proceso que lleva a la proclamación
de beato, penúltima etapa para la declaración de santidad.
Mons. António Ferreira Viçoso fue obispo de Mariana entre
1844 y 1875 y es recordado por su humanismo, la lucha contra la esclavitud y
por los problemas sobre la educación y el medio ambiente en Brasil.
António Ferreira Viçoso, religioso vicentino, nacido en
Peniche, Portugal, el 13 de mayo de 1787, fue ordenado sacerdote en 1818,
siendo profesor en Evora antes de trasladarse a Brasil, a la edad de 32 años.
Nombrado obispo de Mariana, en 1843, promovió una reforma del clero y llevó a
cabo obras de caridad y educación, entre ellos el primer colegio femenino de
Minas Gerais; antes, en 1840, escribió el texto “A escravatura ofendida y
defendida”.
El Papa Francisco también autorizó la publicación de los
decretos que reconocen las “virtudes heroicas” de un sacerdote español y otro
francés, de dos religiosas italianas y una turca, y de un laico italiano, que
vivieron entre los siglos XIX y XX.
La canonización, acto reservado al Papa desde el siglo
XIII, es la confirmación por parte de la Iglesia Católica, que un fiel católico
es digno de culto público universal y que se convierte para los fieles como su
intercesor y modelo de santidad.