El pasado viernes, 12 de septiembre, el Papa Francisco
recibía a los obispos de la República Democrática del Congo, presentes en Roma
por su visita “ad limina apostolorum”. El Papa valoró los muchos dones que Dios
ha dado a la Iglesia en el Congo, entre los que destacaba el hechos de que en
el país la Iglesia se trova en una fase de pleno crecimiento: “¡Es tan hermoso
constatar que crecen las comunidades cristianas! Pero sabéis que los esencial,
para la Iglesia, no son, en primer lugar, los números, sino la adhesión total y
sin reservas al Dios revelado en Jesucristo”. Por eso, les decía a los obispos
congoleños, que es de vital importancia evangelizar en profundidad.
“La Iglesia en la República Democrática del Congo, donde
algunas diócesis han celebrado recientemente el primer centenario de su
evangelización, es una Iglesia joven”, señalaba el Papa. “Pero también es una
Iglesia de jóvenes”. De ahí la importancia de ayudarles en medio de la terrible
situación que sufren los niños y los jóvenes del Congo, en ocasiones enrolados
a la fuerza en milicias y guerras. “Queridos hermanos en el Episcopado”,
insistía, “os invito a ser en vuestras diócesis apóstoles de la juventud”.
El Papa les animaba a trabajar sin descanso por la
instauración de una paz duradera y justa, “a través de una pastoral del diálogo
y de la reconciliación entre los diversos sectores de la sociedad, sosteniendo
el proceso de desarme y promoviendo una colaboración eficaz con otras
confesiones religiosas”.
“La atención hacia los pobres y hacia cuantos tienen
necesidad, como los ancianos, los enfermos y las personas con discapacidad, debería
constituir el objeto de una pastoral adecuada”. Y añadía: “La Iglesia está
llamada a preocuparse del bien de estas personas y a llamar la atención de la
sociedad y de las autoridades públicas sobre su situación”. El Papa daba su
apoyo y respaldo a todo lo que hacen “los misioneros, los sacerdotes,
religiosos, religiosas y otros agentes de pastoral que se prodigan en el
servicio a los heridos de la vida, a las víctimas de la violencia, sobre todo
en las regiones más aisladas y remotas del país”.