En la fiesta de Santa
Teresita de Lisieux, los tres monasterios de Cáceres celebraron un encuentro
misionero en el convento de las Jerónimas.
“Mi vocación en la Iglesia
es el amor”, decía la patrona de las misiones.
El delegado de misiones les
invitó a sentir la vida de la Iglesia misionera, los problemas de la
evangelización, la persecución religiosa…, con el espíritu de Sta. Teresita del
Niño Jesús.
Con especial atención y
emoción, las religiosas escucharon el mensaje del papa sobre el Domund y la
alegría y cercanía que manifiesta en todas sus actuaciones.
La persecución de los
cristianos en Oriente y África les
conmocionó fuertemente.
La animación con cantos y
gestos convirtió el encuentro en una explosión de alegría y entusiasmo
misionero.