La misionera en Paraguay, hermana Mari Carmen Fociños, de
las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, a sus 72 años, contagia optimismo
y ganas de vivir sirviendo a los demás. Primero estuvo en Bolivia, 14 años.
Después vino Perú, 18 años, Chile, con 7 años, Argentina, 5 años, y ahora está
en Paraguay.
Cuenta en una carta que está “actualmente en Luque,
Asunción, Paraguay, junto con tres Hermanitas: Sor Aurora Sandoval, colombiana,
de 57 años, Sor Ayda Poeta, boliviana, de 41 años, y Sor María Reina Acuña,
peruana, de 35 años. Un grupo maravilloso, porque nos ha reunido el Señor. Él
nos escogió desde el principio y nos sigue escogiendo y llamando a distintas
tareas sin que tengamos ninguna explicación. Tampoco hace falta, basta saber
que nos dejamos llevar por Él a donde crea que podemos hacer algo por el Reino.
Aquí estamos oficialmente desde el 6 de diciembre del
2013, poniendo las bases para una nueva fundación de un Hogar para ancianos
necesitados de ayuda, tanto material como espiritual. Es aquello de nuestra
fundadora Santa Teresa Jornet: ‘Cuidar los cuerpos para salvar las almas’. Por
el momento, ese Hogar que pretendemos para 100 personas, todavía está en
pañales. Confiamos que poco a poco se logrará. Así son todas nuestras obras,
las de la Iglesia, siempre partimos de nada, confiando plenamente en la
Providencia.
Estamos encantadas, al menos yo me siento feliz, pero muy
feliz de que el Señor me pida esto, o me lo dé, a mis 72 años. Es algo
maravilloso. Yo no me considero capaz para esto, ni mucho menos, pero tampoco
me asusta ni temo nada, estoy totalmente confiada en que él lo hará todo o casi
todo. Sólo quiere mi disponibilidad, y también, por don suyo, la tengo toda.
Espero no me tengas envidia, pero es para tenerla.
Veré si me queda por ahí alguna foto de las que hicimos
en algún momento para nuestra revista, soy tan poco amiga de fotos...
Teníamos y tenemos cuatro abuelitas, estamos todavía en
una casa alquilada hasta que tengamos la nuestra. Las necesidades son muchas en
la gente mayor, pero no podemos afrontarlas por el momento como quisiéramos.
Este país es muy pobre. Tiene riquezas y recursos, pero... nunca sabes por
dónde se van, o si lo sabes no puedes remediarlo, sólo orar y pedir que cada
quien tome conciencia de que administra los bienes del pueblo. Es todo un tema”