DOS NUEVOS SACERDOTES
EN REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
Sucedió el
pasado domingo, 12 de abril, Davy Bonga y Athanase Epete se ordenarán
sacerdotes en Epena, una pequeña ciudad del norte de la República del Congo.
Son dos jóvenes diáconos y su ordenación sacerdotal será toda una fiesta,
porque su diócesis, la de Impfondo, sólo cuenta con una decena de sacerdotes
diocesanos. Son la esperanza de la Iglesia en el norte de este país africano
que apenas tiene cinco millones de habitantes, la mitad católicos.
Davy y Athanase llevan años preparándose para este momento en el Seminario Mayor de Teología Emile Biayenda, en la capital, Brazzaville. Este seminario acoge a todos los jóvenes que quieren ser sacerdotes en la República del Congo. Por él, han pasado los más de 500 sacerdotes de las nueve diócesis congoleñas, y a él la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol ha dedicado muchos desvelos, financiando una parte de su presupuesto todos los años. En 2014 han sido 50.000 euros, pero esta suma no cubre las obras de rehabilitación de los edificios que llevan ya 70 años acogiendo a seminaristas.
Es dinero aportado por los católicos del
mundo durante todo el año y, sobre todo, en la Jornada de Vocaciones Nativas,
que la Iglesia celebra el próximo 26 de abril.
Pero un seminario es mucho más que un
edificio, y a Davy y Athanase, como a todos sus compañeros, se les ha puesto
como ejemplo de vida al patrono de su seminario: el cardenal Emile Biayenda,
arzobispo de Brazzaville, asesinado por su bondad en 1977. Era un pastor que no
cesaba de decir a los seminaristas que “las almas no se salvan sino es por la
santidad de vida”.
En
el seminario, que hoy lleva su nombre, están representadas todas las razas y
tribus del país, y sus seminaristas, como Davy y Athanase, serán portadores del
mensaje de paz y amor del Evangelio.