En los últimos meses la Infancia Misionera, una de las
cuatro Obras Misionales Pontificias, ha financiado en Benín diversos proyectos
de ayuda a niñas, por ser ellas las más expuestas a las de por sí grandes dificultades
que atraviesa la infancia en este país. Aunque la evangelización ha ido
cambiando hábitos ancestrales, todavía hoy la escolarización y la preparación
para el futuro de las niñas no son para las familias ni mucho menos una
prioridad. Al casarse abandonarán el hogar y, por lo tanto, desde pequeñas, no
se las considera parte del grupo familiar. La Iglesia de Benín hace un gran
esfuerzo para defender los derechos de estas pequeñas, en una campaña de
“liberación de la mujer” que no llegará nunca a los titulares de los grandes
medios de comunicación.
En Glazoué, en la zona de Dassa-Zoume, sor Gisèle Omores,
y sus Hermanas de la Congregación de San Agustín llevan adelante un programa
asistencial que atiende a 60 niñas que han escapado de matrimonios forzados,
por lo que han sido abandonadas y, a efectos prácticos, son huérfanas. Se les
han hecho llegar 4.650 euros que servirán para sus necesidades básicas. Las
hermanas les enseñan un oficio que pueda darles salida en el futuro. Las mismas
hermanas de San Agustín están a cargo de la “Casa de los Ángeles”, de Partago,
- a la que Infancia Misionera ha enviado 2.200 euros - en la que 50 niñas
tienen un hogar y reciben una formación.
En el caso de Djougou, los dos centros que lleva adelante
la diócesis del mismo nombre permiten que 256 niñas de zonas remotas reciban
una educación, a pesar de la oposición familiar, puesto que su preparación es
algo que sus padres no comprenden “porque son niñas”. Se han enviado a estos
centros 7.700 euros.
En el Centro “La Providence" en Gaounga, las Hijas
de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús, han recibido 2.100 euros para
afrontar gastos básicos del mismo. Las niñas reciben una preparación en
costura, por lo que el dinero se destinará a la adquisición de una gran partida
de hilo, lana y tejidos. El orfanato de Santa Teresa de Ávila en Ketou
destinará los 3.850 euros enviados por Infancia Misionera a comprar máquinas de
coser. Las 30 niñas del orfanato han sufrido situaciones realmente duras.
También las 55 pequeñas acogidas en el hogar San José de Porto Novo han sufrido
el haber nacido niñas. Han logrado huir de situaciones difíciles, de
matrimonios forzados y de la prostitución. Las Hermanas Oblatas intentan
hacerles olvidar lo que han pasado y darles un futuro. Los 5.400 euros que ha
destinado para ellas la Infancia Misionera pagarán su escolarización en
colegios de la zona, para que tengan, gracias a sus nuevas madres, una vida
“normal”.