Los encuentros de Francisco con el
cardenal Tong, cuyo anillo besó el papa.
La comunidad en Hong Kong, ''Iglesia
Puente'' con el continente
El 8 de abril en Hong
Kong, en la misa celebrada en la catedral de la Inmaculada Concepción por la
solemnidad de la Anunciación, el obispo local, cardenal John Tong Hon, relató
de los tres breves encuentros que tuvieron lugar en Roma con el papa Francisco
el día de su elección y en los días siguientes. El cardenal Tong, que fue el
único cardenal chino elector del cónclave, relató que el nuevo papa dijo cuánto
"la Iglesia en China estaba presente en [su] corazón".
Las primeras palabras
entre el cardenal y el recientemente elegido papa se produjeron el 13 de marzo,
en la Capilla Sixtina, poco después de la quinta vuelta del escrutinio entre los
cardenales y la elección del papa Francisco. Después de aceptar Francisco, los
cardenales fueron cada uno a dar testimonio de su afecto a la persona del nuevo
papa. El cardenal Tong entregó al santo padre una pequeña estatua de bronce de
Nuestra Señora de Sheshan, réplica de la que reina en la cima del santuario
mariano, cerca de la ciudad de Shanghai en la República Popular China, y
conocida también bajo el nombre de Nuestra Señora de China.
Expresándose en
italiano, el cardenal Tong se dirigió al papa Francisco: "los católicos en
China le aman y oran por usted. Le pedimos también su amor para todos los
católicos chinos; por favor, ore por nosotros". A lo que el papa respondió
sonriendo: "los católicos chinos han dado grandes testimonios a la Iglesia
universal”. Hablando de este intercambio, en su homilía del 8 de abril, el
cardenal expresó la gran emoción que sintió: "para mi gran sorpresa, tomó
mi mano derecha y besó mi anillo episcopal para demostrar su amor y devoción
hacia la Iglesia en China; un gesto que me impresionó mucho".
Dos días más tarde,
cuenta el cardenal, mientras que se dirigía temprano por la mañana el 15 de
marzo, hacia la capilla de la Casa Santa Marta en el Vaticano donde se alojaba
con todos sus compañeros se encontró en ese momento con el nuevo papa en el
ascensor. Nuevo intercambio: "el papa Francisco me agradeció de nuevo la
imagen y me dijo que la había puesto en su cuarto porque le recordaba al
jesuita san Francisco Javier, que llegó [a las puertas] de China hace más de 460
años. También me dijo que no se olvidaba de orar por los católicos de
China".
Durante la misa
celebrada ese día en presencia de los cardenales, el papa evocó la figura de
san Ignacio de Loyola, cuya enseñanza era no olvidar jamás los sufrimientos de
Cristo "cuando estamos sumergidos en las dificultades porque así es como
Dios nos ayuda a entrar en el misterio de la Resurrección". Nueva sorpresa
para el cardenal Tong: hacia el fin de su homilía, el papa le dio pública y de
manera totalmente inesperada las gracias por la virgencita. Un poco más tarde
ese mismo día cuando el papa recibía uno por uno a los cardenales en la sala
Clementina, el cardenal Tong aprovechó la ocasión para darle las gracias por
"su amor y su oración" por los católicos de China...
La tercera y última
vez de estos breves intercambios, el 20 de marzo, al día siguiente de la misa
de asunción del ministerio del nuevo papa, el cardenal Tong fue a despedirse,
antes de partir para Hong Kong. Dándole las gracias de nuevo, el cardenal Tong
tuvo la sorpresa de ver de nuevo al papa Francisco cogerle la mano derecha y
besar otra vez su anillo episcopal. En italiano, el papa le dijo las siguientes
palabras: "La Chiesa in Cina è nel mio cuore" (La Iglesia en China
está en mi corazón).
Tan sencillo como
tres breves encuentros y algún intercambio de palabras, pero para el cardenal
obispo de Hong Kong, los gestos y las homilías del papa Francisco"
reflejan los valores del evangelio y conducen a las gentes al Señor
Jesús".
En su homilía del 8
de abril, recordando la preocupación pastoral que tuvieron los papas Juan Pablo
II y Benedicto XVI por la Iglesia de China, el cardenal Tong reiteró que la
comunidad católica en Hong Kong siempre estaría dispuesta a llevar la misión
que le había sido confiada como "Iglesia Puente" entre los católicos
en China y la Iglesia universal.