El lunes 28 de enero, fiesta de Santo Tomás de Aquino, el
cardenal John Njue, arzobispo de Nairobi, Kenya, presidía la Misa de acción de
gracias por el jubileo del seminario mayor que lleva el nombre de santo
dominico, Santo Tomás de Aquino de Nairobi.
Fundado precisamente por los misioneros dominicos el 25
de enero de 1963 y situado en Langata, una ciudad barrio del gran Nairobi, es
un claro ejemplo de que la mejor apuesta de futuro, y ya de presente, de la
Iglesia en África pasa por las vocaciones autóctonas. Es por eso que este
seminario ha contado siempre con la ayuda de la Obra de San Pedro Apóstol, una
de las cuatro Obras Misionales Pontificias, con su colecta por las vocaciones
en países de misión. Esta ayuda se ha concretado en una aportación cada año de
más de 80.000 dólares para sostener a los 125-150 seminaristas que acoge. Por
otro lado, los 119.000 dólares destinados a la restauración del seminario – las
cinco décadas se hacían notar – han permitido que la institución llegara a este
jubileo con renovados bríos para ser el motor vocacional de la Iglesia kenyana.
Es cierto que, cuando se trata de fe y de entrega a la
vocación sacerdotal, no hay que prestar tanta atención a los datos pero, en el
caso del Seminario de Santo Tomás de Aquino de Nairobi, las cifras impresionan:
1.069 graduados en teología, y más de 1.000 sacerdotes que actualmente ejercen
su ministerio en Kenya y en otros países, entre ellos tres arzobispos y
dieciocho obispos a cargo de diócesis del país.
En la
ceremonia, que contó con una numerosa asistencia de fieles y de clero de la
diócesis de Nairobi, estuvieron presentes los tres arzobispos que estudiaron en
el seminario: el arzobispo de Nyeri, Mons. Peter Kairu, el de Mombasa, Mons.
Boniface Lele, y el de Kisumu, Mons. Zacchaeus Okoth, quien además fue uno de
los primeros 23 estudiantes de Filosofía con los que se creó el seminario en
1963. Mons. Okoth declaraba que “al celebrar estos cincuenta años de gracias de
Dios, recordamos a todos los misioneros y sacerdotes diocesanos, hermanos y
hermanas, y al pueblo de Kenya que han servido a este seminario mayor con
dedicación y diligencia”.