Los obispos de Chad hicieron público el 23 de febrero un
documento titulado “Los desafíos del próximo cincuentenario”, en referencia al
medio siglo de independencia que cumplirá el país africano. Un documento que
analiza la sociedad chadiana, marcada cada vez más por el materialismo y la
ausencia de valores. Los obispos piden en este documento que se respeten los
derechos humanos, que haya menos corrupción e injusticias. Es un paso más en
las críticas de la Iglesia ante la terrible situación que se vive en el país,
el último del mundo en desarrollo humano. Estas críticas le han costado al obispo
de Doba ser expulsado del país, por proclamar su indignación ante la mala
gestión de los ingresos del petróleo que no benefician nunca a la población.
Son cinco los aportados identificados en este documento:
los derechos del hombre, los desafíos de la educación, el papel de la mujer, el
sistema educativo y la gestión de los recursos naturales. En todos estos
apartados han presentado la labor de la Iglesia en estos 50 años desde la
independencia. Pero recuerdan que las organizaciones internacionales, como las
Naciones Unidas, han puesto a Chad en el último lugar, en la lista de países
del mundo, en cuanto a buena gestión, calidad de los servicios dispensados y
desarrollo humano.
Los obispos chadianos han pedido que se luche contra la
corrupción, que se eduque mejor a las futuras generaciones, que se distribuyan
mejor las considerables riquezas naturales del país. El presidente de la
Conferencia Episcopal, Mons. Jean-Claude Bouchard ha señalado que nadie va a
impedir que la “Iglesia católica diga lo que piensa”, en referencia a la
expulsión del obispo de Doba