Hace pocas semanas, 22 jóvenes africanos recibieron la
túnica blanca y el rosario que los hace novicios de los Padres Blancos, según
informa el misionero Manuel Gallego. La ceremonia tuvo lugar en la capilla del
Noviciado de los Misioneros de África, Padres Blancos, en el barrio de Samaran,
en Bobo-Dioulasso, la ciudad más importante de la zona occidental de Burkina
Faso. Los 22 novicios que comienzan este curso 2013-2014 se revistieron “la
gandura” (túnica blanca).
En su homilía el padre Jean-Claude Kaburame, delegado del
sector Bamako, recordó a su fundador el Cardenal Lavigerie, que eligió este
hábito blanco como signo de cercanía con la gente de Argelia, donde nacieron
los Misioneros de África, y el Rosario, como signo de identidad cristiana y del
amor que el Cardenal tenía a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra
Señora de África.
La celebración eucarística estuvo animada por los
novicios que no se sintieron solos, ya que los religiosos del sector
Bobo-Dioulasso, las Misioneras de Nuestra Señora de África (HH. Blancas),
religiosos y religiosas de varias congregaciones, familiares y amigos fueron
testigos de este primer paso en la vida misionera de estos 22 jóvenes
africanos.
Al principio de la Misa, en la oración de los fieles y en
la plegaria eucarística se tuvo un recuerdo para el padre Manolo Morte, el
primer Padre Blanco español, fallecido un día antes. “Hacia las 8.45 horas tuve
‘la corazonada’ de abrir el correo y me encontré con la noticia; ya dos días antes
el padre José Morales, delegado de España, me había escrito anunciándome su
estado grave y que iba a recibir el sacramento de los enfermos. Creo que Manolo
Morte estará muy contento de ver estos 22 jóvenes africanos seguir su ejemplo”,
manifiesta el misionero Manuel Gallego.