“Ayúdame a
Ayudar”, asociación no lucrativa de la diócesis de Mérida-Badajoz, cumple este
año su quinto aniversario de vida. Esta asociación nació en Talavera la Real
con el objetivo de ayudar en la importante labor que realiza su paisano el
misionero diocesano, Joseli Ardila, en Perú. Después se implantó también en
Azuaga, donde Joseli había desarrollado su labor pastoral antes de marchar a
las misiones. Durante estos cinco años son muchos los logros conseguidos:
colaborar todos los años con el mantenimiento del comedor infantil que tiene la
parroquia de Sorochuco, donde se encuentra este misionero, en el que cada día
alimentan a 120 jóvenes; sufragaron el coste de dos ambulancias para esa zona
de Perú, adaptadas al terreno; han enviado numerosos contenedores cargados de
todo tipo de material y aparatos que han salvado la vida a gente de allí
(alimentos, ropa, calzado, material sanitario, didáctico...).
Alberto Hernica, miembro de “Ayúdame a Ayudar”, afirma
que lo que les anima a seguir trabajando es “la sonrisa agradecida de aquella
gente cuando recibe lo que le podemos enviar. Porque ese poco, para ellos se
convierte en mucho, y esas muestras de gratitud son más que suficientes para
seguir adelante”. Mercadillos y carreras solidarias Además, “Ayúdame a Ayudar”
lleva a cabo en nuestra Diócesis campañas de sensibilización, que hacen tomar
conciencia de las necesidades de los que sufren la lacra de la pobreza y la
incultura, mercadillos solidarios y carreras solidarias, para conseguir fondos
para ayudar a los más desfavorecidos en Perú. Desde esta asociación, agradecen
“a toda esa gente que colabora constantemente de una forma u otra y que están
un poco en la sombra”.